El ministro del Interior de Chile, Rodrigo Delgado, quien ayer llegó a Iquique (norte) para anunciar un refuerzo de policías y la expulsión de extranjeros irregulares en medio de fuertes críticas de gobernadores de esa región del país, culpó hoy a las autoridades bolivianas por no colaborar para solucionar el problema.
Delgado hizo el comentario esta mañana luego de que el gobernador de la también norteña región de Tarapacá, José Miguel Carvajal, lo criticara por haber visitado ayer la zona sin acercar ninguna propuesta sobre el tema.
El funcionario nacional anunció ayer el refuerzo de la dotación policial y la expulsión de extranjeros sin papeles para enfrentar la crisis migratoria y al aumento de la delincuencia en el contexto de las movilizaciones y el paro que se viven en la zona, producto de una agresión que sufrieron carabineros hace una semana.
El gobernador Carvajal, por su parte, confirmó esta mañana en una entrevista radial, que junto a su par de Arica y Parinacota ya están coordinando para conversar con la ministra del Interior designada, Izkia Siches, en la búsqueda de una solución.
“Es un desafío del próximo Gobierno dialogar con los países vecinos; en este Gobierno en particular que termina, no existieron relaciones para comunicarse con los otros países para tomar decisiones”, afirmó el mandatario regional.
“Viaja el ministro a la región y no entrega ningún anuncio en materia migratoria. La atención ha estado puesta en la migración en los dos últimos dos años y el ministro viene a la zona sin ninguna respuesta en tema migratorio”, añadió.
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Las críticas apuntan directamente a las medidas que anunció ayer Delgado, que Carvajal califica como “insuficientes”, y que demuestran que “no hay una intención de querer involucrarse más allá. Quizás puede ser porque esté terminando el Gobierno”.
Sin embargo, Delgado rechazó esas críticas y puso la mira en la responsabilidad que, a su juicio, tienen las autoridades bolivianas.
“Hemos desarrollado una serie de medidas para combatir la migración clandestina en el norte de Chile, pero el trabajo se dificulta porque Bolivia es por lejos el país que menos colabora en el tema y a algunas autoridades bolivianas parece no interesarles”, afirmó en entrevista con Radio Tele13 que recogió la agencia de noticias Sputnik.
“En Tarapacá, efectivamente, han aumentado los delitos más violentos, con distintas técnicas, con un crimen organizado mucho más complejo que el crimen común, y hay delitos que no se veían en la zona, muchos de ellos ligados a ajustes de cuentas”, agregó.
El ministro también aseguró que existe un problema de corrupción en la policía boliviana, pues “hay evidencia que demuestra que su personal podría estar ayudando a los ciudadanos venezolanos a ingresar a Chile a cambio de dinero”.
Comparó la situación con Perú, asegurando que ese país sí “colabora con el gobierno chileno, y hemos podido combatir el ingreso de miles de ciudadanos extranjeros con un trabajo en conjunto con cancillerías y las policías, mientras que con el gobierno boliviano es muy distinto”.
La crisis migratoria en el norte de Chile se acrecentó a comienzos del año pasado cuando miles de migrantes venezolanos comenzaron a entrar desde Bolivia por pasos no habilitados e hicieron colapsar algunas ciudades fronterizas, como Colchane.
En las últimas semanas se han registrado diversas manifestaciones en la región de Tarapacá de chilenos pidiendo más seguridad y afirmando que la migración descontrolada generó un aumento de crímenes y delitos violentos. (Télam)