Andrew Lee Davis Blake, profesor del departamento de Negocios Internacionales del Tec campus Santa Fe, habló acerca de los aciertos y desaciertos a dos años de la implementación del Brexit.
De acuerdo con el especialista hay pocos resultados tangibles de los que hablar ya que los resultados que existen son difíciles de separar de los efectos colaterales de la pandemia de COVID-19.
Para Andrew el gobierno está dispuesto a justificar resultados subjetivos, ya que está bajo una presión considerable de la oposición y miembros de su propio partido político conservador, el cual pide la renuncia del primer ministro Boris Johnson.
“A pesar de esto, están tratando de explicar los resultados positivos del Brexit en forma de crecimiento económico y empleo. El crecimiento en la última parte de 2021 superó el indicador previo a la pandemia, mientras que Alemania atravesaba su segunda recesión durante el COVID-19”, dijo.
Los fracasos del Brexit
El Centro Europeo de Economía Política Internacional afirmó que el Reino Unido no tiene mercados en los que sea fácil comerciar ahora que se ha separado de Europa.
El comercio en el tercer trimestre de 2021 estuvo en el valor más bajo desde 2009 (TNT World). Entre el 20 y el 40 por ciento del comercio tangible (en mercancías) se ha perdido desde que Exit Deal entró en vigor hace 12 meses (The Economist, enero de 2022).
“Se han producido graves averías en las cadenas de suministro, lo que ha provocado escasez de bienes de consumo en los supermercados y de combustible en las gasolineras.
“Algunos lo han atribuido a la escasez de conductores de Europa como resultado del Brexit, otros a la pandemia; por lo que nuevamente no está claro si las crisis se han debido únicamente a la ruptura con la Unión”, señaló.
El experto en temas internacionales comentó que ahora es mucho más difícil exportar del Reino Unido a la Unión Europea debido a los requisitos administrativos adicionales, como el etiquetado, las normas sanitarias y las reglas de origen.
De hecho, algunos exportadores que dependen del mercado europeo han considerado oportuno establecer agencias de importación en el continente, ya que sus homólogos europeos se niegan a pasar por laboriosos procesos de importación de mercancías originarias del Reino Unido.
“Para ser justos, no está claro si parte de esto se debe al Brexit o a un Acuerdo de Cooperación y Comercio entre el Reino Unido y la Unión Europea mal negociado.
“el acuerdo comercial posterior al Brexit, en vigor desde enero de 2021, otorga al Reino Unido condiciones desventajosas para sus exportadores, importadores y trabajadores transfronterizos”, puntualizó.
Los cambios más destacados
Andrew explica que ahora existe una comunidad empresarial británica más flexible.
“La mala experiencia de tener que lidiar con nuevos procesos y reglas ha significado que tanto los exportadores como los importadores estén mejor equipados para cumplir con las nuevas normas y regulaciones con los mercados de todo el mundo, o al menos abiertos para cumplir con los nuevos requisitos”, dijo.
El profesor señaló que el Reino Unido está firmando acuerdos comerciales en todo el mundo, esto es el resultado de la firma de un acuerdo comercial “al estilo canadiense” con la Unión Europea, en el que el Reino Unido es libre de firmar TLC con terceros países.
“Un ejemplo de ello es el acuerdo de continuidad Reino Unido-México. El problema parece ser que se están negociando apresuradamente, y que ciertas cláusulas como las Reglas de Origen son mal interpretadas y no son respetadas por las autoridades aduaneras y gubernamentales por igual”, explicó.
“El problema parece ser que se están negociando apresuradamente”.- Andrew Lee Davids Blake.
Ante esto, los procesos de viajes y comercio se han ralentizado entre el Reino Unido y la UE. Como ejemplo, habrá controles biométricos (reconocimiento facial obligatorio y huellas dactilares) para todos los que entren y salgan de la Unión Europea en los puertos marítimos durante los próximos meses.
“Los ciudadanos de la Unión Europea ahora deben solicitar permisos de trabajo y residencia si desean trabajar en el Reino Unido. Esto es parte de las políticas de inmigración para regular el flujo de personas. Este fue el principal atractivo político del Brexit en el período previo al referéndum de 2016.
“La misma regla se aplica a los ciudadanos del Reino Unido que deseen trabajar en la UE. Lamentablemente, el Reino Unido ya no forma parte del Mercado Común Europeo, por lo que la idea de la libre circulación de personas ya no es un lujo que los ciudadanos puedan permitirse”, puntualizó.
Los servicios financieros ahora están regulados y no se comercializan libremente entre el Reino Unido y la Unión Europea.
“Hasta el final del período de transición, enero de 2021, el comercio de servicios financieros entre las dos partes se basaba en un sistema llamado ‘pasaporte‘, que permitía a las empresas del Reino Unido, la UE o los estados miembros del Espacio Económico Europeo (EEE) solicitar a sus países reguladores para una variedad de ‘pasaportes’.
“Los cuales indican que cumplen con los estándares regulatorios y de supervisión compartidos de la UE, por lo que pueden comerciar libremente entre sí y establecer sucursales en los países de los demás”, compartió.
El profesor comentó que el pasaporte ya no es posible, los servicios financieros ya no pueden comercializarse libremente bajo un sistema regulatorio y ciertas empresas que antes estaban en Londres se están estableciendo en Ámsterdam o Nueva York.
Amsterdam ha reemplazado a Londres como la ubicación principal para el comercio de acciones europeas, mientras que las plataformas de comercio de derivados de Londres perdieron tres cuartas partes de sus volúmenes en euros frente a Amsterdam y Nueva York.
Aproximadamente 7600 puestos de trabajo en servicios financieros se han trasladado del Reino Unido a la UE desde 2016, según una investigación realizada por la empresa de servicios profesionales EY en marzo de 2021, menos de los 100.000 previstos durante el referéndum de 2016.
“Desde enero de 2021, las importaciones de servicios financieros del Reino Unido desde la UE disminuyeron un 35,2 %. Durante el mismo período, aumentó la proporción de importaciones de servicios financieros del Reino Unido de países no pertenecientes a la UE (Institute for Government, 2021)”, agregó.
La población ante el Brexit a donde años de su llegada
Andrew compartió que de acuerdo con una encuesta reciente de Delta, el 60 % de la población del Reino Unido considera que el Brexit ha sido un fracaso hasta el momento, aunque el 67 % cree que eventualmente saldrá bien. Sólo el 10% cree que ha sido un éxito, el público votante está más dividido que nunca.
“Los ‘Brexeteers’ se están volviendo cada vez más extremos y a sus principales partidarios les resulta más difícil justificar el movimiento, ya que hay menos resultados positivos de los prometidos originalmente (YouGov).
“La realidad es que el Brexit ya no es el tema central de la política británica, ya que otras historias, como los escándalos políticos, la corrupción de la familia real, los problemas económicos, las variantes de la COVID-19 y la política exterior, ahora aparecen en los titulares con más regularidad”, expresó.
No hay vuelta atrás para la Unión Europea
Andrew puntualizó en que aunque hay muchas imperfecciones, no hay vuelta atrás de la Unión Europea por un Reino Unido a medio plazo, si es que se mantiene unido.
La cuestión del Protocolo de Irlanda del Norte siempre ha representado una cuestión sin resolver, y seguirá siéndolo hasta que las partes (Reino Unido y la UE) lleguen a una resolución negociada que también sea satisfactoria para Irlanda del Norte.
“Irlanda del Norte y Escocia pueden eventualmente separarse del Reino Unido y reincorporarse a la Unión Europea, sin embargo, es poco probable que la Unión Europea permita el reingreso del Reino Unido a su club exclusivo en un futuro previsible;
“Las cicatrices son demasiado profundas y los riesgos de contagio (otros países miembros de la UE jugando al escondite) son demasiado altos”, concluyó.
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